
La Comisión Grand Prix, reunida el pasado día 12 en Barcelona, ha tomado algunas decisiones en relación con la próxima temporada del Mundial de Motociclismo. Habrá cambios de carácter técnico en las motos y modificaciones en cuanto a los servicios médicos y de seguridad, así como limitaciones relevantes para el desarrollo y prueba de neumáticos.
Las máquinas de MotoGP sufrirán reajustes en algunos aspectos técnicos concretos, como la altura del carenado, los ángulos de los guardabarros y la ventilación del depósito de combustible. En lo referente a la seguridad, se amplía la disponibilidad de los servicios médicos y de protección de incendios. De hecho, deberán estar operativos desde las 8:00 hasta las 18:00 en los dos días anteriores a la instalación de los equipos. Y estarán disponibles las 24 horas hasta el día siguiente de la conclusión de la prueba.
En todo caso, el cambio más llamativo, que ya se dio a conocer el pasado mes de noviembre, es el que concierne a los neumáticos. Esta modificación normativa obligará a que los fabricantes escojan un circuito del Mundial en el que realizar pruebas durante la temporada, con un máximo de cuatro días de duración. No habrá restricciones de fechas, pero sí se prohíbe que ningún piloto inscrito en el Campeonato del Mundo tome parte en ellas.
Asimismo, se establece la posibilidad de que se realicen un máximo de dos jornadas de test de neumáticos en un circuito nuevo del Mundial, o bien en uno que haya sido reasfaltado recientemente, según considere la Comisión Grand Prix. De este modo, los fabricantes podrán preparar mejor la incursión del campeonato en el circuito de Indianápolis, por ejemplo. Finalmente, también se ha decidido que el cambio de moto en una carrera de MotoGP implicará la retirada de la misma y no podrá usarse de nuevo.
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