
Casey Stoner, Valentino Rossi, Dani Pedrosa. A priori estos son los 'tres mosqueteros' de un Mundial de MotoGP que se presenta más apasionante que nunca. La temporada de todos los desafíos.
Los tres 'jefes de fila' de Ducati, Yamaha y Honda son a priori los hombres a batir. Pero detrás suyo hay un desembarco de pilotos jóvenes y ambiciosos, decididos a desbancar a los favoritos antes de que éstos hayan podido darse cuenta. Una 'banda' encabezada por Jorge Lorenzo y en la que están los Dovizioso, De Puniet y algunos más junto con un Nicky Hayden que quiere resurgir y un James Toseland que es toda una incógnita amenazadora.
Sobre el papel, Stoner lo tiene todo a su favor. El título y una Ducati que es moto ganadora, hecha a medida de los Bridgestone -o quizás ha sido al contrario, pero el resultado es el mismo-, pero también con la aureola de ser el hombre que mejor partido le saca o mejor se ha adaptado al pilotaje con el control de tracción. Su desafío es querer 'jubilar' a Rossi precisamente a los mandos de una moto italiana.
Valentino se enfrenta a un doble desafío tras un año en el que pareció acusar algunas cosas ajenas a las pistas (desde el entusiasmo que pusieron en él novias de papel couché a los 'mimos' de la hacienda italiana). De una parte, por su propia voluntad ha querido las mismas gomas que Stoner, convencido de que éstas han sido las auténticas armas secretas del australiano. Pero también ha obligado a Yamaha a seguirle a él en solitario y si Michelin reacciona quedará en evidencia ante su nuevo y no menos ambicioso compañero de equipo, Jorge Lorenzo.
Un Lorenzo que fue el más rápido en los ensayos nocturnos la semana pasada aquí en Losail y que sueña con llegar, ver y vencer, convirtiéndose en el campeón más jóven de la historia de 500/MotoGP. "No quiero crearme demasiadas expectativas. Me siento muy a gusto en la moto pero soy consiciente de que me falta experiencia en la categoría. Detodas formas, creo que he crecido como piloto y tengo más confianza. Las cosas negativas me afectan menos", dijo.
Dani Pedrosa parte con cierto retraso con respecto a sus rivales. Su caída y posterior intervención en la mano le han dejado sin nueve imprescindibles sesiones de tests. Y eso teniendo en cuenta que la moto del año pasado se inició con problemas y que la nueva de 2008 aún no da entera satisfacción. Honda Repsol ha traído aquí las motos que concluyeron la pasada temporada, con las mismas mejoras que ha ofrecido a sus clientes -que han sido rápidos en los tests- junto a las de 2008. "No estaré al 100%, pero ahora esto es lo de menos. Sigue habiendo un poco de dolor y hay que ver qué pasará cuando deba afrontar muchas vueltas seguidas. Hemos traído las dos motos porque hay que comparar para ver cuál es la mejor opción de futuro", dijo Pedrosa.
Admite haber tenido "una pretemporada con muchos más problemas de lo esperados" y llegan menos preparados que los demás. El grueso de la preparación de la moto la ha hecho Hayden para disgusto de Pedrosa, que no confía en el americano. Aunque en Honda dicen que Nicky sabe también dar preciosas informaciones y que "lo que pasa es que ambos pilotos son muy distintos y no siempre lo que va bien a uno lo agradece el otro".
En este sentido, Stoner puede tener una baza suplementaria en su mano. Él es el jefe en Ducati y Melandri, hoy por hoy, todavía está un poco lejos y parece tener mayores problemas con la Ducati oficial de los que tuvo con Honda o Yamaha. Rossi tendrá un hueso en Lorenzo, y Pedrosa no puede apoyarse mucho en Hayden.
Cara a la carrera, los pronósticos puede favorecer a Lorenzo. No sólo porque fue rápido sino porque los Bridgestone podrían adaptarse algo peor a las condiciones nocturnas, aunque el ritmo de Stoner con goma de carrera era muy bueno y Pedrosa no estará al 100%. La incógnita, Toseland. Sin duda un GP apasionante, preludio de una gran temporada
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