

El ídolo de los ducatistas, el artífice del gran año de la factoría itañiana, Casey Stoner, fue la principal ausencia de la fiesta que Ducati compartió con los boloñeses. El australiano tuvo que irse rápidamente a su país después de sufrir una lesión al caerse en los últimos test de la temporada, los de Jerez. Pero eso no impidió que este pasado fin de semana fuera muy especial para la fábrica de Borgo Panigale. Junto a los tifosi de Bolonia pudieron festejar su gran año, 2007, la temporada en que nació un nuevo mito del motociclismo: la Desmosedici GP07.
Ducati conmemoró este fin de semana en Bolonia la consecución del título de Campeones del Mundo de MotoGP. El acto estuvo presidido por la majestuosa Desmosedici GP07, la imbatible moto que Casey Stoner ha conducido hasta el éxito. Hacía más de tres décadas que ningún constructor europeo había conseguido romper el dominio japonés en la categoría reina del Mundial.
Cerca de 30.000 ducatistas y tifosi iniciaban el domingo por la mañana una marcha que arrancó desde la factoría de Borgo Panigale y culminó en la Piazza Maggiore de la ciudad italiana.
El sábado los aficionados ya tuvieron la oportunidad de ver las entrañas de la fábrica italiana, en una jornada de puertas abiertas de la `Azienda'.
Loris Capirossi estuvo allí, aunque con un pequeño retraso por culpa de las conexiones aéreas. El piloto italiano, alma de la primera etapa del proyecto Ducati Corse en MotoGP, declaró que `siempre llevaré a Ducati en el corazón'.
Junto al que será nuevo piloto de Rizla Suzuki, también acudieron otros pilotos de la marca italiana, como Vittoriano Guareschi, el australiano Troy Bayliss o Niccolo Canepa.
La Piazza Maggiore se engalanó con los colores rojos de Ducati y acogió durante todo el día varias actividades, como una exposición de motos, música y bailes.
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