martes, 4 de diciembre de 2007

El peor año de Valentino Rossi


CIERRA UNA TEMPORADA LLENA DE DUDAS, FRUSTRACIONES Y DESENGAÑOS
Valentino Rossi ha cerrado esta pasada semana en Jerez el peor año de su carrera deportiva: tercero en el Mundial y maltratado en su país


Valentino Rossi no olvidará nunca este último año, doce meses cargados de dudas, fracasos, frustraciones y desengaños. Todo comenzó en octubre de 2006, tras una temporada muy complicada y en la que llegó a estar descartado para el título, el italiano demostró un amor propio y unas cualidades únicas para llegar a la última carrera de la temporada, el GP de Valencia, líder del mundial gracias a la caída, en la carrera anterior, de Nicky Hayden. Ocho puntos (244) separaban al italiano del norteamericano (236) y a Rossi le bastaba con ser tercero para lograr su sexta corona consecutiva en la categoría reina.

Pero ese día (29-10-2006) se demostró que Valentino es humano, le pudo la presión y sufrió una estúpida caída, perdiendo el campeonato a manos de Hayden, un piloto de perfil bajo que supo estar en el momento oportuno en el lugar adecuado. Desde entonces ya nada ha sido lo mismo para Rossi. Los pilotos rivales comprendieron que no es inmortal y los equipos de la competencia entendieron que la Yamaha no era invencible. Lo que no sabía el piloto de Tavullia es que su vida, tanto deportiva como personal, no iba a mejorar. Todo lo contrario.

Rossi empezó bien la temporada 2007. En el primer GP, el de Qatar, logró la pole y acabó segundo la carrera, perdiendo ante Casey Stoner un piloto que, en ese momento, Valentino no consideraba el rival a batir. Las cosas mejoraron aún más cuando el italiano ganó a placer, dominando de cabo a rabo, la segunda carrera del año, en Jerez. Líder del Mundial destacado y rumbo a su sexto título, todo volvía a estar en su sitio.

Pero no fue así. En la tercera carrera Stoner hizo una demostración de pilotaje y su Ducati voló literalmente por el trazado de Estambul mientras la Yamaha de Rossi daba los primeros signos de flaqueza (10° clasificado).

La teoría de que la Ducati iba como un tiro en los circuitos rápidos pero que ya llegaría a los lentos de Europa y ese sería el momento de Rossi comenzó a abonarse. Más aún tras la victoria en China (Rossi 2°). Sin embargo esa teoría resultó ser falsa y descubrirlo fue durísimo para ‘Vale’, que tras ganar el GP de Italia se colocó a sólo nueve puntos de Stoner y le empató a número de victorias (2).

Por delante ocho GP, de ellos siete en Europa y uno en Laguna Seca, circuitos todos ellos en los que la Ducati, según los expertos, no iba a ir bien. Era el momento de Rossi, de dar el estoque al Mundial antes de volver a Asia.

Pero las teorías se fueron al agua, Stoner ganó cinco de esas ocho carreras, logró un segundo y un tercer puesto y sólo ‘pinchó’ en Alemania, donde fue quinto.

Fue precisamente allí, en Alemania, donde Rossi comenzó a perder, definitivamente, el campeonato. Por primera vez en la temporada no acabó la carrera, la Yamaha le dejó tirado. Lo mismo le pasó en la República de San Marino, tres carreras después. Para entonces, además, ya había estallado el escándalo del fraude a la Hacienda italiana, un suceso que golpeó íntimamente al italiano. A Portugal, la última carrera del periplo veraniego europeo, Rossi no sólo no llegó líder del mundial, sino que lo hizo a 85 puntos de Stoner.

Ya para entonces, Hacienda, la Yamaha que no funcionaba y los neumáticos Michelin habían ido minando la paciencia de Rossi. Su victoria en Portugal no sirvió de nada, la lluvia y un nuevo fallo de la moto le dejó 13° en Japón, donde Stoner, con su peor resultado de la temporada (6°) se proclamó campeón.

Nunca antes Rossi había perdido dos campeonatos seguidos y, menos aún, había acabado tercero. Y pasó. En la última carrera, la de Cheste, corrió con la mano rota y saliendo el último, sólo necesitaba el 14° para mantener el subcampeonato. Pero una vez más la Yamaha le dejó tirado y tuvo que retirarse, perdiendo el segundo puesto por un solo punto.

El tema de Hacienda abrió los ojos al piloto

Cuando ganas siempre y te adora todo el mundo vives en una nube, en un mundo que no es real. Así pasaban los años para Rossi, en su mundo de fantasía y de victorias sin fin. Sin embargo todo acabó de golpe este año. Por una lado comenzó a perder (dos mundiales consecutivos) y, quizá por eso, en su país muchos aprovecharon su evasión fiscal para atacarle con dureza. “No sabía que había tanta gente esperando que cometiera un error para joderme”, ha dicho Rossi. En Italia, y en otros lugares, muchos aprovecharon el problema con el fisco para bajar al italiano del altar, abriendole los ojos. “Cuando pierdes entiendes cómo piensa la gente y sabes distinguir quienes son tus verdaderos amigos”. Pero el italiano no lanza la toalla. Pese a haber vivido el peor año de su vida se muestra motivado para volver a ganar. Aunque advierte: “Que vuelva a ser campeón depende de Yamaha, no de mí”.

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