
Nakajima ha garantizado que Yamaha dará el mismo material a Rossi y Lorenzo, para que estos puedan trabajar en igualdad de condiciones, y Romagnoli ha destacado los buenos registros que ha marcado el español en algunos de los primeros test de pretemporada. Sin embargo, a Jorge Lorenzo lo único que le preocupa ahora es adaptarse a la nueva YZR-M1, lo que pasa, en primer lugar, por solucionar "los problemas de estabilidad" que ha detectado "en la parte delantera" de la moto, algo que le impide trazar con comodidad la entrada en curva.
"Ya sea porque yo me adapte a la moto o la moto se acabe adaptando a mi gusto, este problema seguro que lo vamos a arreglar", ha explicado Lorenzo, quien se ha mostrado más partidario de ser él quien cambie un poco su manera de pilotar antes de desconcertar a los mecánicos. "Yo siempre he creído que un buen piloto debe saber adaptarse a la moto. Ya lo hice con la Derbi en 125 y a la Aprilia en 250. No soy de los que piensa que es mejor hacer mil cambios en la moto para que ésta se adapte a uno", ha argumentado. Lorenzo comparó su actual situación con la que vivió cuando dio el salto a los 250 c.c, un proceso en el que, pese a estar marcando buenos tiempos, aún está conociendo la moto y una categoría nuevas para él.
"Ahora mismo tenemos la posibilidad de equivocarnos y hacer malos entrenamientos, pero siempre me ha pasado al saltar de categoría que llega una carrera en la que hago el cambio de 'chip'. Hasta que eso no me suceda en MotoGP, no podré decir que estoy con ellos", ha explicado. Apenas ha tenido tiempo de fijarse en sus rivales en la nueva categoría, "casi siempre he rodado solo", pero sí ha tenido tiempo de dar algunas vueltas detrás de su compatriota Dani Pedrosa -antes de su caída en Sepang, en Malasia- y de Valentino Rossi.
Ni Pedrosa ni Rossi, Lorenzo
De Pedrosa, Lorenzo ha destacado "lo rápido que acelera" y de Rossi que frena "de manera realmente bestial", pero él se queda con su estilo, que no piensa cambiar, más allá de los lógicos retoques en el pilotaje que tendrá que hacer para aclimatarse a la Yamaha de MotoGP. "Cada piloto tiene sus virtudes y defectos y eso es muy difícil cambiarlo. Yo soy un diesel, de los que a mitad de carrera va más rápido que al principio y con un paso de vuelta muy rápido, y eso va a seguir siendo igual", apunta Jorge Lorenzo, quien trabaja desde el año pasado para mejorar su pilotaje en mojado.
Sobre su relación con Rossi, el español insiste en que es "la normal entre un piloto que lleva dos meses en un equipo y otro que ya lleva mucho tiempo en él y está consolidado en la categoría", y ha recordado la dificultad añadida que supone para fomentar la convivencia no compartir 'box' (el italiano lleva neumáticos Bridgeston, y Lorenzo, Michelin), algo que el heptacampeón del mundo sí hacía en temporadas anteriores con el estadounidense Collin Edwards.
Quizá la relación deje de ser tan distante cuando Lorenzo se haga un nombre en MotoGP. "Ahora estamos aprendiendo y, aunque podamos ir rápido, para aposentarse en esta categoría se necesita años de experiencia, muchas carreras y muchos kilómetros", ha recordado.
Lorenzo tiene claro que ese día llegará y que el título de MotoGP probablemente también. "He soñado con ello a menudo. El pasado (sus dos campeonatos de 250 c.c) se olvida y ya no te sabe a nada. No sé cuándo será, pero en mi mente sólo está conseguirlo. Lo podré lograr o no, pero tengo fe ciega en mí y en el que ahora es mi equipo", ha sentenciado
No hay comentarios:
Publicar un comentario