viernes, 5 de octubre de 2007

Michelin, contento con las mejoras de sus gomas


Michelin se enfrenta la semana que viene a uno de los exámenes más duros y comprometidos de la temporada, no sólo porque el Mundial visita el trazado de Phillip Island, uno de los más rápidos y complejos del calendario, sino también porque aún resuenan los tambores de la propuesta de un campeonato monomarca en materia de neumáticos para la próxima temporada. La Comisión de los Grandes Premios debe decidir en Malasia acerca de esta cuestión, pero parece claro que los resultados y el desarrollo del fin de semana en Australia podría tener alguna incidencia en el proceso final de discusiones y deliberaciones.

Jean-Philippe Weber, mánager de competición de Michelin, apunta que "el trazado de Phillip Island es uno de los más exigentes para los neumáticos, ya que se alcanzan altas temperaturas. La pista se fundamenta en varias curvas rápidas muy largas de izquierda que los pilotos encaran a gran velocidad y con el acelerador al máximo".

"Es un circuito bastante asimétrico y supone un desafío porque además las temperaturas son algo bajas en esta época del año. La meteorología es impredecible, como se vio el año pasado, y esto complicará la situación", alerta Weber.

"Estamos muy esperanzados con la última evolución de nuestras gomas. A todos los pilotos punteros les gusta este neumático. Dani no lo utilizó en Estoril, pero fue el más rápido en Motegi. Es un compuesto que mejora en términos de adherencia y en tracción, así que el piloto puede abrir gas antes. También hemos mejorado el potencial en el calentamiento de los neumáticos", argumenta el mánager del constructor galo.

"De todas formas, vamos a combinar la nueva construcción y la vieja, ya que dependiendo de las condiciones el neumático puede responder mejor".

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