martes, 20 de noviembre de 2007

Una temporada repleta de dificultades y sinsabores


“Aunque hay que sacar lo positivo, ha habido demasiados problemas” para recordar 2007 sólo por el subcampeonato


Todo empezó con los mejores augurios. Dani Pedrosa debía estrenarse en 2007 con una moto a su medida. El cambio de cilindrada de 990cc a 800cc había de beneficiarle y así lo constató el propio piloto. “La moto es definitivamente más pequeña, así que para mí es mejor porque puedo controlarla con mayor facilidad”, aseguró entonces sin saber que esa ventaja iba a volvérsele en contra. Era justo febrero, en plena pretemporada, y Pedrosa se sentía más fuerte que nunca. Los tiempos le acompañaban, Casey Stoner no levantaba cabeza y en los IRTA de Qatar voló con un tiempo de 1’55.471. Fue medio segundo más rápido que Valentino Rossi (3°) y uno que el australiano (8°). El GP Cero de Jerez se lo otorgó el italiano, pero Dani lideró durante muchos minutos la carrera. Stoner seguía en los laureles y acabó sexto.

Nada más lejos de la realidad. Sólo arrancar el Mundial en Qatar, Pedrosa se dio de bruces con los problemas que le iban a perseguir de aquí al final. Fue tercero después de que en el warm up una caída le obligara a salir con la segunda moto y tener en carrera problemas con los neumáticos, con Stoner poniendo ya la directa. En Jerez, de nuevo, las gomas le impidieron luchar por la victoria (acabó segundo) y en Turquía Olivier Jacque se lo llevó por delante en un gran premio que ganó otra vez Casey. En China, otra vez los neumáticos le relegaron hasta el cuarto puesto y explotó: “¿Crisis en Honda? Ya se sabía. La moto no responde y los demás ya han dado un paso adelante”, espetó.

En Le Mans fue cuarto bajo la lluvia, con lo que consiguió su mejor resultado en mojado. Claro que en Montmeló, tercero, se mostró impotente al no alcanzar a Rossi y Stoner en su lucha por la victoria. En Donington, un error del equipo le dejó sin primera moto y fue sólo octavo. En Assen, cuarto, y en Alemania, tras su enésimo enfado con Honda, acabó ganando por fin su primera carrera. Un espejismo. En Laguna Seca no pasó del quinto puesto; en Brno, cuarto en un día negro para los pilotos Michelin y en Mugello, segundo, no pudo presentar batalla a Rossi. “La moto va bien hasta que se vuelve inestable. Tengo que pelearme más con ella que con mis rivales”, aseguró.

San Marino vio la octava victoria de Stoner y la segunda caída de Dani, empujado por De Puniet. En Estoril, protagonizó ya el primer mano a mano con Rossi tras Brno 2006, pero el italiano le ganó en la última vuelta. En Japón, tras firmar por dos años con HRC y limar asperezas, volvió a caerse tras marcar la pole a la que siguieron tres más. Y a la cuarta llegó la vencida con el premio de la última victoria en la última carrera de Cheste y el subcampeonato como ‘regalo’ a su fatídico año. Y aunque “satisfecho por la posición no puedo estarlo por como fue el año”.

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