
El nuevo campeón de MotoGP, el más joven tras Spencer, llamó la atención de Alberto Puig disputando en Valencia el Nacional de velocidad
El australiano Casey Stoner logró, con 21 años y 342 días, situarse tras los pasos del campeón más joven de la historia de la máxima categoría del motociclismo, el estadounidense Freddie Spencer, quien logró su primer título con 21 años y 258 días. Además, se convierte en el tercer australiano que gana la categoría reina tras Wayne Gardner y el pentacampeón Michael Doohan. A Stoner no le pintaban hasta ayer demasiado bien las cosas, pues los entrenamientos no habían ido como él esperaba y la lluvia que apareció el domingo tampoco clarificaba su situación, pero el de Southport no desesperó y salió a hacer su carrera. Los acontecimientos le acabaron entregando en bandeja el primer título de su carrera deportiva, por el que había luchado durante los últimos quince grandes premios. Llegado a Europa el año 2000, Casey Stoner comenzó su singladura deportiva en España, en un par de carreras del Campeonato de España de Velocidad, en donde un alemán, Mario Rubatto, se fijó en él, como también lo hizo Alberto Puig, quien habló con el italiano Lucio Cecchinello para que le buscase un hueco. Humilde y hasta austero en esa primera etapa, en la que durmió con su padre durante meses en una caravana, Casey Stoner disputó al año siguiente tanto el español de velocidad como el campeonato británico de 125, acabando subcampeón en ambos. Su ascenso fue fulgurante de la mano de la escudería LCR, propiedad de Lucio Cecchinello, pues en 2001 disputó dos carreras del Mundial de 125 y acabó vigésimo noveno. Al año siguiente dio el salto a los 250 sin demasiado éxito, aunque acabó duodécimo el campeonato, y decidió regresar al octavo de litro para ganar mayor experiencia. En 2003 corrió para Aprilia y logró su primera victoria en grandes premios (en Valencia) para concluir el campeonato en la octava posición y que la joven escuadra austriaca KTM se fijara en él. Un año después disputó el Mundial sobre una de las motos naranjas, volvió a ganar una carrera y acabó quinto, pero no era suficiente y su fama de piloto poco seguro, con muchas caídas, no le ayudaba demasiado. Aún con todo, en 2005 llegó por segunda vez al cuarto de litro y sumó entonces cinco victorias que le auparon hasta el subcampeonato, momento en el que le llegó la gran oportunidad en MotoGP nuevamente de la mano de Cecchinello, quien puso a su disposición una Honda RC 211 V con la que tuvo momentos brillantes, pero la suerte no le acompañó para subir a lo más alto del podio. Algo debieron de ver en el australiano los responsables de Ducati, que decidieron apostar por Stoner para la presente campaña en lugar de por un veterano como el español Sete Gibernau, quien poco después de conocer la noticia anunció su retirada de la competición. Quienes pensaron en Stoner no se equivocaron y durante esta campaña supo cambiar la fama de poco seguro que le precedía por la de una eficacia fuera de toda duda, pues en los quince grandes premios que se han disputado hasta la fecha ha sumado ocho victorias, formando con su Ducati y los neumáticos Bridgestone un bloque casi imbatible. Y es que a esas ocho victorias habría que añadir otros tres podios más este año. Sólo otros cuatro pilotos antes que él: el italiano Giacomo Agostini, el británico Mike Hailwood, el australiano Michael Doohan y el italiano Valentino Rossi han conseguido ganar ocho grandes premios o más en una misma temporada de la categoría reina. Aún le quedan tres citas más este año para engrandecer su palmarés. En Valencia, donde hizo sus primeros pinitos, cerrará la temporada.
El australiano Casey Stoner logró, con 21 años y 342 días, situarse tras los pasos del campeón más joven de la historia de la máxima categoría del motociclismo, el estadounidense Freddie Spencer, quien logró su primer título con 21 años y 258 días. Además, se convierte en el tercer australiano que gana la categoría reina tras Wayne Gardner y el pentacampeón Michael Doohan. A Stoner no le pintaban hasta ayer demasiado bien las cosas, pues los entrenamientos no habían ido como él esperaba y la lluvia que apareció el domingo tampoco clarificaba su situación, pero el de Southport no desesperó y salió a hacer su carrera. Los acontecimientos le acabaron entregando en bandeja el primer título de su carrera deportiva, por el que había luchado durante los últimos quince grandes premios. Llegado a Europa el año 2000, Casey Stoner comenzó su singladura deportiva en España, en un par de carreras del Campeonato de España de Velocidad, en donde un alemán, Mario Rubatto, se fijó en él, como también lo hizo Alberto Puig, quien habló con el italiano Lucio Cecchinello para que le buscase un hueco. Humilde y hasta austero en esa primera etapa, en la que durmió con su padre durante meses en una caravana, Casey Stoner disputó al año siguiente tanto el español de velocidad como el campeonato británico de 125, acabando subcampeón en ambos. Su ascenso fue fulgurante de la mano de la escudería LCR, propiedad de Lucio Cecchinello, pues en 2001 disputó dos carreras del Mundial de 125 y acabó vigésimo noveno. Al año siguiente dio el salto a los 250 sin demasiado éxito, aunque acabó duodécimo el campeonato, y decidió regresar al octavo de litro para ganar mayor experiencia. En 2003 corrió para Aprilia y logró su primera victoria en grandes premios (en Valencia) para concluir el campeonato en la octava posición y que la joven escuadra austriaca KTM se fijara en él. Un año después disputó el Mundial sobre una de las motos naranjas, volvió a ganar una carrera y acabó quinto, pero no era suficiente y su fama de piloto poco seguro, con muchas caídas, no le ayudaba demasiado. Aún con todo, en 2005 llegó por segunda vez al cuarto de litro y sumó entonces cinco victorias que le auparon hasta el subcampeonato, momento en el que le llegó la gran oportunidad en MotoGP nuevamente de la mano de Cecchinello, quien puso a su disposición una Honda RC 211 V con la que tuvo momentos brillantes, pero la suerte no le acompañó para subir a lo más alto del podio. Algo debieron de ver en el australiano los responsables de Ducati, que decidieron apostar por Stoner para la presente campaña en lugar de por un veterano como el español Sete Gibernau, quien poco después de conocer la noticia anunció su retirada de la competición. Quienes pensaron en Stoner no se equivocaron y durante esta campaña supo cambiar la fama de poco seguro que le precedía por la de una eficacia fuera de toda duda, pues en los quince grandes premios que se han disputado hasta la fecha ha sumado ocho victorias, formando con su Ducati y los neumáticos Bridgestone un bloque casi imbatible. Y es que a esas ocho victorias habría que añadir otros tres podios más este año. Sólo otros cuatro pilotos antes que él: el italiano Giacomo Agostini, el británico Mike Hailwood, el australiano Michael Doohan y el italiano Valentino Rossi han conseguido ganar ocho grandes premios o más en una misma temporada de la categoría reina. Aún le quedan tres citas más este año para engrandecer su palmarés. En Valencia, donde hizo sus primeros pinitos, cerrará la temporada.
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