

La parte creativa y de fina ironía del titular pertenece a nuestro compañero Ernest Riveras. Él ha sido el primero en señalar que un submarino es lo que se necesitaba este viernes para circular por el circuito del GP de San Marino y la Rivera de Rimini. Una auténtica tromba de agua ha inundado gran parte del trazado italiano y todos los boxes.
El agua ha empezado a caer con fuerza sobre las 12h del mediodía y no ha dejado respirar a nadie hasta dos horas después. La imposibilidad de rodar ha hecho que los entrenamientos de la tarde se anularan en todas las cilindradas.
Esta jornada de viernes ha dejado imágenes para recordar, como la de todos los integrantes de los equipos intentando achicar el agua que inundaba los boxes. Tarea imposible por la fuerza del agua. Pero aún así, lo han seguido intentando con escobas, alfombras, placas...
Otra imagen: la de Mattia Pasini, un tipo de lo más bromista, chapoteando con los pies en su inundado box. El piloto de Rimini también ha hecho gestos de ponerse a nadar y finalmente ha construído un barquito de papel y lo ha puesto a navegar.
Cuando el cielo ha cerrado el grifo, la imagen del circuito era como una piscina, sobre todo en una de las curvas, donde el agua superaba el metro de altura. Delante de los boxes, colocadas todas las motos con sus fundas y el material sensible a la humedad. Había que secarlo todo y reconstruir el caos.
¿Las consecuencias? Pues no muy buenas, porque ante la imposibilidad de rodar por una pista inundada, se han anulado todos los entrenamientos de la tarde, los libres y los cronometrados. Así que todos los pilotos se marcharán a dormir sin ningún dato para poner su moto a punto.
Un trabajo que tendrán que realizar en un solo día. Obligados por las circunstancias, la primera sesión comenzará a una hora temprana, las 08h de la mañana, con los libres de 125cc.
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